Maestros y Aprendices

Más del 70% de las empresas con las que trabajamos en la labor de consultoría, manifiestan que la convivencia intergeneracional dentro de las organizaciones es un enorme desafío, cuando no un problema, no obstante, lo que enriquece esta situación, es lo que cada generación puede aprender y desaprender al trabajar con las demás.

 

Cada generación se enfrenta a sus propios retos y para ello desarrolla también, sus propias herramientas y comportamientos tanto sociales como laborales, los cuales, según el criterio del colectivo son los adecuados y funcionales; lo paradójico de esto es que cada generación crea que la suya, la generación a la que pertenece, es la correcta y que las demás están equivocadas o fuera de foco, encargándose cada grupo de juzgar al siguiente y calificarlo como menos educado, más perezoso, impetuoso, etc. Aún se escuchan algunas voces que insisten en que deberíamos volver a la urbanidad de Carreño, o que nuestros niños deberían volver a jugar más al trompo y menos a los videojuegos, desconociendo que el futuro de estos niños ya no sólo será digital, estará dominado por la IA (inteligencia Artificial).

 

El mundo empresarial no escapa a esta realidad, de hecho, está siendo retado por un cambio, que quiéranlo o no los empresarios, llegó y revolucionó la forma de entender y, por tanto, de incentivar a las personas al interior de la empresa. Hoy como nunca, en la sociedad y en todas las organizaciones humanas conviven como mínimo cuatro generaciones, diferentes en su forma de ver la vida y por supuesto, el trabajo. El reto para quienes lideramos empresas y agrupaciones humanas de cualquier índole, es entender que debemos aprender a potenciar estas diferencias generacionales y aprovecharlas para convertirlas en una ventaja que haga de esta situación un gana – gana.

 

Hablemos un poco de cada generación presente hoy en el mundo laboral para entenderlas mejor; partiendo del hecho de que se ha buscado enmarcarlas en fechas específicas, pero no se ha logrado un consenso, es posible que algunos que nacieron en los intersticios, se sientan de una u otra generación, yo adopto las fechas que se han hecho más comunes.

 

Baby Boomers – 1946 a 1964

Es la generación que viene después de la Segunda Guerra Mundial, que entiende de escases, y por ello, concibe el trabajo como su modo de vida, porque, aunque no lo amen, les permitirá comprar una casa, un carro y construir una familia – tener hijos, de ahí baby boom- que a la larga les dará estabilidad, porque el objetivo es garantizar una vejez tranquila y una buena forma es conservar el mismo trabajo.  Vivieron el ingreso de las mujeres al mercado laboral como una novedad. Los Baby Boomers que hoy superan los 55 años, siguen siendo vitales y productivos, gracias a los avances de la ciencia médica y a las leyes de jubilación que hacen que deban seguir cotizando para llegar al objetivo, por tanto, se han convertido en importantes componentes del entramado empresarial al facilitárseles trabajar en equipo y aportar dedicación y experiencia provista por largas décadas de trabajo, a veces, en la misma empresa. Han empezado a familiarizarse con las nuevas tecnologías, considerando que Facebook es la red que les permite el reencuentro y enterarse de cómo están sus amigos y familiares, ven televisión tradicional y han caído presa de las famosas Fake News al considerar muchos de ellos, que las redes sociales son medios de información.

 

Generación X – 1965 a 1979

Es una generación de transición entre lo análogo y lo digital, por tanto, conocen un poco de ambos mundos. Trabajan mucho y dieron origen al término Workaholic para hacer referencia a quien sólo vive para trabajar, no obstante, lo que buscan es el éxito laboral y financiero rápido para poder disfrutar de la vida y lograr un balance entre trabajo y diversión. Es normal para esta generación la mujer que trabaja y hace parte igualitaria en la economía de la familia. Hoy están entre los 40 y 55 años, sintiéndose aún muy jóvenes y con todas las oportunidades por llegar. Fue una generación que creció en medio de la explosión de la sociedad de consumo y el nacimiento del internet. En lo laboral, gustan de los buenos salarios y los ascensos, por lo que le apuestan al crecimiento dentro de una misma empresa y reflexionan cuidadosamente antes de un cambio; por haber vivido el proceso de transformación tecnológica son más adaptables y proclives al cambio. Son amantes de Facebook para mostrar a otros sus logros y han empezado a usar el Twitter; han encontrado en las redes sociales un espacio de opinión y expresión propia.

 

Millenials – 1980 a 1999

También conocidos como generación Y, es una generación que rompe con las dos previas al pensar que su objetivo debe ser un emprendimiento después de haber ganado cierta experiencia laboral, por lo que no les asusta el cambiar de trabajo, esta es posiblemente una consecuencia de haber visto a las generaciones previas, abuelos y padres, trabajar sin descanso. Por lo tanto, aunque no viven para trabajar, son grandes aportantes, al poder manejar mejor la multitarea y ser muy creativos. Aman viajar, conocer el mundo por encima de su estabilidad laboral y por supuesto, contárselo a otros en las redes.  Esta generación es la responsable de que las empresas hayan creado planes de fidelización laboral, ya que permanecen en promedio, dos años en sus trabajos y luego cambian o simplemente los dejan. Escogen a sus empresas a través del Social media, es decir, se fijan en la reputación digital de quien los contratará. Aunque usan Facebook, prefieren otras redes como YouTube e Instagram, todo lo hacen a través del celular, incluido comprar. En el contexto laboral, esperan que se les asignen tareas que signifiquen reto y la posibilidad de demostrar su conocimiento de la tecnología.

Centennials – 2000 en adelante

También se encuentran como generación Z, siempre han vivido en un mundo donde existe el internet y los dispositivos digitales, por eso, no logran imaginar como era antes el mundo, son verdaderos nativos digitales. Están a punto de entrar al mercado laboral o haciendo pasantías, desde ya buscan ocupaciones que les satisfagan y que tengan horarios flexibles, posiblemente un teletrabajo que no los amarre y les permita divertirse. Es una generación de pantallas, por tanto, su éxito se mide en likes y publicaciones compartidas, muchos aspiran a ser Youtubers o desarrollar una app que les permita ser independientes. Pueden llegar a ser lejanos en la medida que su círculo y vida social existen en la virtualidad, donde también estudian e investigan, están hiper informados acerca de todo con poca profundidad en cada tema. Facebook es la red de sus padres y abuelos por lo que no la usan, prefieren YouTube, Instagram y Snap Chat – los Baby Boomers no saben de que se trata esta última-. En la empresa esperan buenos salarios y remuneración emocional, horarios más flexibles, ropa casual y vacaciones más largas y frecuentes. Su gran aporte laboral, será el conocer el mundo digital, aun mejor que el real y por ello, convertirse en verdaderos puentes de acceso de la empresa a la experiencia digital.

Quienes me conocen a través de la consultoría o han estado en mis talleres, saben que para mí, la experiencia de los mayores es una característica personal altamente valorada, no obstante, cuando esta se conforma sólo a partir de las vivencias personales y no se nutre del aprendizaje técnico, termina convirtiéndose en terquedad y el permanecer aferrados al pasado, engañosamente mejor; por otro lado, el conocimiento, a veces más recientew y actualizado en los jóvenes, pero sin práctica, carece de profundidad y capacidad de discernimiento desde la comparación, por lo que termina convirtiéndose en prepotencia y apresuramiento. El nuevo orden mundial, ha convertido a la empresa en un laboratorio social que puede permitir que se unan la experiencia y el conocimiento, lo nuevo y lo tradicional, lo conservador y lo disruptivo, la exigencia para los líderes es aprender a dirigir este espacio.

El nuevo espacio laboral, es por fin, un espacio de aprendizaje y enseñanza al ciento por ciento, en el que cada miembro del equipo independientemente de la generación a la que pertenece se convierte al mismo tiempo en maestro y aprendiz, un espacio en el que cada persona puede aportar desde la experiencia o desde la frescura del nuevo conocimiento, desde el saber los por qué si y los por qué no o desde la capacidad de aventura y asombro.  El papel de los líderes será pues, conformar equipos que involucren a todos los diferentes actores y permitirles la co-creación desde las fortalezas de cada uno y hacer de la empresa un espacio multigeneracional que promueva la competitividad y aporte al respeto y la comprensión en la sociedad en general.

 

¿Tu a cuál generación perteneces?

 

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Leonardo Gutiérrez Giraldo
Speaker, Trainer, Máster Coach, Máster en PNL – IANLP
Consultor Internacional certificado por la Universidad
del Rosario y BVQI
Dinámica Consultoría Empresarial
leonardo@dinamicace.com 
@leogcoach

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