Pasión y Perseverancia

Aquel 15 de septiembre de 2001, faltaban trece vueltas para finalizar la carrera de la Cart conocida como «The American Memorial” en el EuroSpeedway Lausitz, Alex Zanardi – el líder de la carrera – ingresó a pits para los últimos ajustes, todo transcurría según lo planeado, aceleró para regresar a la carrera, haciéndolo bruscamente y perdiendo el control del monoplaza, mientras uno de sus compañeros de competencia lo esquivó, otro lo impactó en el costado partiendo el vehículo en dos y con este, fueron amputadas las dos piernas de Zanardi arriba de la rodilla; perdió las tres cuartas partes de su sangre, no obstante, no murió gracias a la rápida intervención de los médicos, ese fue el último día que compitió en un monoplaza.

 

Accidente Alex Zanardi

Imagen tomada de: www.superdeporte.es

En el año 2003, Zanardi volvió a las pistas con un vehículo adaptado para hacer los cambios con las manos desde el volante, en los años siguientes, demostró que era un verdadero campeón volviendo a obtener diferentes tipos de victorias y logros en competición. En el 2012 representó a Italia, su país de origen, en los Juegos Paralímpicos de Londres, donde conquistó dos medallas de oro, en el 2014 participó en el Campeonato Mundial de Ironman recorriendo 226 kilometros, algunos de ellos en una bicicleta de mano y otros en silla de ruedas; en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro en 2016, se alzó con la medalla de oro en la contrarreloj de bicicleta de mano y la medalla de plata en pelotón, exactamente 15 años después de su fatal accidente en Lausitz.

Sé que estas historias no encantan y nos llenan de entusiasmo, porque nos permiten evidenciar la enorme capacidad humana, que paradójicamente, para la gran mayoría de la humanidad, residen en otros y ¡no en si mismos!, ver a otros superar las adversidades, nos lleva a verlos como súper humanos y de alguna manera justificar que nosotros no lo seamos. ¿Será por esto que nos gustan tanto los superheroes?

Alex Zanardi

Imagen tomada de: www.b3co.com

Profundicemos un poco más en estos comportamientos, cuando vemos que otros logran lo que para nosotros mismos parece imposible, se lo atribuímos al talento, entendido este como una cualidad única, una especie de suerte en la que la ruleta marca positivo para algunos y negativo para la mayoría; por tanto, si el talento ayuda al éxito, no me siento mal si no obtengo los resultados esperados porque no tengo talento, otros han tenido más suerte y yo tengo que conformarme.

¿Nació Zanardi con la suerte para ser un super humano? ¡Mi respuesta firme es no!, Zanardi logró combinar lo que muchas personas exitosas en diferentes ámbitos de nuestra vida: pasión y perseverancia. La pasión es un sentimiento vehemente que nos lleva a alcanzar metas que parecen inalcanzables y nos enamora de acciones que para otros parecen intrascendentes; no obstante, la pasión por si sóla nos da impulso, como el acelarar de Zanardi, sin llevarnos de manera adecuada a la meta. Se necesita de ritmo y cadencia, para alcanzar el objetivo, y es allí donde entra la perseverancia, que nos da constancia y firmeza en nuestras actuaciones. El logro es el producto de la pasión y la perseverancia, no de súper poderes, reservados a una pequeña élite.

Siempre he pensado que la obstinación, el mantenerme firme en mis ideas, debe ser vista como una cualidad, en la medida en que me empuja a tener expectativas a veces irreales y no conformarme. He aprendido a sentirme satisfecho estando permanentemente insatisfecho, en la medida que un logro, es simplemente un paso para iniciar el siguiente, en el camino que es mi vida como un logro máximo. Siempre me he permitido soñar, con los pies en la tierra, aunque en ocasiones me he dejado llevar por el impulso y la pasión. ¿Qué hacer entonces para alcanzar el logro que tanto has deseado y aplazado?

En mi taller “Derribando barreras mentales, del dicho al hecho hay poco trecho”, siempre termino con una reflexión tomada del Brihadaranyaka Upanishad  IV. 4.5, libro de la sabiduría sagrada hindú que dice: “Tú eres el profundo deseo que te impulsa. Tal como es tu deseo es tu voluntad. Tal como es tu voluntad son tus actos. Tal como son tus actos es tu destino”. No comparto la idea de un destino predeterminado, así no haría falta ningún esfuerzo y de nada valdría intentarlo, el destino se construye cada día a través de nuestros actos, y estos son el resultado de la voluntad que reside en el deseo, la capacidad de sentirme satisfecho estando permanentemente insatisfecho. Para esto es necesario trabajar en la construcción de metas, entendiendo que las metas pueden ser de bajo, medio y alto nivel. Las metas de bajo nivel son aquellas que generalmente se representan en las actividades diarias, ir al banco, entregar el informe, preparar los alimentos, estas por si sólas, nos mantienen ocupados, pero no activos y enfocados en el propósito superior; las metas medias son pequeños logros que exigen esfuerzo, pero no dedicación, hacer una dieta para bajar de peso requiere de esfuerzo, pero al terminarla y no existir dedicación, los resultados se pierden; nos quedan entonces las metas de nivel superior, aquellas que nos llevan al logro máximo y el resultado gratificante, valga aclarar que algunas personas solo tienen metas superiores, que se convierten en sueños al no tener un sustento en la perseverancia; ya lo decía Calderón de la Barca, “la vida es sueño”.

Warren Buffet propone la regla 5/25, escribir 25 metas que se quieren alcanzar y luego, seleccionar las cinco que se consideren más relevantes, enfocarse en ellas y olvidarse de las demás, concentrando todos los esfuerzos en el logro de estas.

Adicionalmente, te propongo otras herramientas que he probado y han funcionado, cuatro trucos psicológicos para desarrollar el talento:

  1. Desarrollar interés: encontrar una actividad que realmente capte nuestra atención y en la que encontremos disfrute en su realización, entrar en estado de flujo.
  2. Practicar: enfocarse en desarrollar la habilidad a través de la práctica constante y la repetición que lleve a la mejora, en esto los pilotos de avión nos dan la clave hace mucho, al medir la experiencia en horas de vuelo.
  3. Encontrar el propósito: estar convencidos de que la actividad tendrá un impacto positivo en nuestras vidas y a partir de esto, impactará en la vida de otros.
  4. Mantener la esperanza: creer que somos capaces y estar tan convencidos que pequeñas o grandes dificultades como las de Zanardi, simplemente serán un trampolín para seguir con más impulso.

¿Estas satisfecho con tus logros actuales?

 

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Leonardo Gutiérrez Giraldo
Speaker, Trainer, Máster Coach, Máster en PNL – IANLP
Consultor Internacional certificado por la Universidad
del Rosario y BVQI
Dinámica Consultoría Empresarial
leonardo@dinamicace.com 
@leogcoach

 

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